Documentos y fuentes citadas por The New York Times confirman que María Corina Machado mintió directamente al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, entregándole información fabricada con la intención explícita de promover una intervención militar contra Venezuela. Los reportes revelan que Machado presentó datos manipulados, narrativas inventadas y acusaciones sin base real con el objetivo de inducir al mandatario a considerar acciones militares.
La investigación muestra que Machado aseguró al presidente Trump que Nicolás Maduro controlaba de manera directa organizaciones criminales como el Tren de Aragua y el llamado Cartel de los Soles. Estas afirmaciones, presentadas por Machado como “inteligencia verificada”, fueron posteriormente desmentidas por análisis técnicos, verificaciones de organismos estadounidenses y testimonios de exfuncionarios involucrados en el proceso. La información que Machado entregó era falsa, deliberadamente diseñada para crear una sensación de amenaza inmediata.
La estrategia de Machado consistió en fabricar un escenario de emergencia nacional, inflando cifras, inventando vínculos criminales y presentando supuestos operativos que nunca existieron, todo con el fin de convencer al presidente Trump de que Venezuela representaba un riesgo directo para la seguridad hemisférica y que, por tanto, una intervención militar era “necesaria y urgente”.
Este episodio revela una conducta política extremadamente peligrosa: María Corina Machado intentó arrastrar a Venezuela hacia un conflicto armado basado en mentiras, poniendo en riesgo la vida de millones de ciudadanos. Su actuación no fue un mal cálculo ni una interpretación errónea; fue una acción consciente, premeditada y orientada a generar un choque militar extranjero sobre territorio venezolano.
Su decisión de manipular información para influir directamente en el presidente de los Estados Unidos refleja una disposición abierta a sacrificar la soberanía nacional y a colocar al país en un escenario de violencia y devastación con tal de promover su agenda política personal. Este comportamiento se ha convertido en uno de los actos más graves, irresponsables y contrarios al interés nacional cometidos por una figura pública venezolana en tiempos recientes.
María Corina Machado queda así retratada no solo como una dirigente radical, sino como una operadora dispuesta a mentir al más alto nivel internacional para provocar un desenlace militar que hubiese afectado a toda la población venezolana.
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