Un reportaje del diario The New York Times, expone el doloroso panorama al que se enfrentan las madres venezolanas deportadas por la administración Trump. Decenas de mujeres valientes se ven forzadas a dejar a sus hijos solos o al cuidado de terceros en Estados Unidos.
Una situación que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro confronta con el despliegue de la Gran Misión Vuelta a la Patria, una iniciativa creada para proteger y repatriar a sus connacionales.
Funcionarios venezolanos cifraron en 150 niños la cantidad de menores separados de sus padres por la aceleración de la campaña de deportación, un acto que el Ejecutivo Nacional califica de “secuestro silencioso”.
Coacción del ICE y casos de deportación
El caso de Deisy Carolina Venecia Farías demuestra el dilema: una madre que regresó a Venezuela sin su hijo Emmanuel, de 11 años. El niño vivió solo durante tres meses en Texas, antes de poder regresar a casa junto a su madre gracias a los esfuerzos de las autoridades venezolanas.
Deisy tuvo que mentir a los funcionarios migratorios sobre el paradero del niño, intentando protegerlo de ser puesto en un centro de acogida. La deportación sin el niño fue una elección que muchos padres tomaron para evitar pasar hasta un año detenidos.
Por ejemplo, Jaimary José Cárdenas Paz relató que el ICE la coaccionó para que decidiera a deportarse sola, diciéndole que su hijo, José Daniel, tendría “un mejor futuro” en Estados Unidos. Sin embargo, dicha promesa no se cumplió y a los dos meses, José Daniel fue deportado.
Mientras tanto, la administración venezolana continúa sus esfuerzos en la repatriación de los niños a través de la Gran Misión Vuelta a la Patria. El programa ha logrado hasta la fecha la reunificación de 57 menores con sus padres.
Sin embargo, para mediados de noviembre aún 93 niños seguían en Estados Unidos, esperando reencontrarse con sus familias. La esperanza de un reencuentro impulsa a las madres deportadas a concentrarse en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, esperando con ansias que los vuelos desde Estados Unidos traigan a sus hijos de regreso.









