El presidente de la Asociación Venezolana de la Pequeña y Mediana Industria Petrolera (PetroPymi), Reinaldo Quintero, rechazó las narrativas que justifican las intervenciones militares extranjeras bajo el pretexto del progreso o la democracia, y aseguró que la historia ha demostrado que las invasiones solo dejan países destruidos, divididos y sociedades rotas.
Durante su intervención en el programa “Juntos pero no Revueltos”, Quintero hizo un llamado a la reflexión y a la paz, destacando que ninguna economía ni sociedad puede sostenerse sin estabilidad ni armonía.
“Sí, por eso es que yo digo que hacia el pasado tenemos que mirarlo con un poco más de tolerancia y decir: vamos a pacificar, porque no hay economía ni sociedad que se sustente si no tiene paz. La paz es una bendición de Dios, pero es trabajo del hombre. Necesitamos erradicar o rechazar 100% esas ideas de violencia, de invasiones, de injerencia extranjera. Porque este país es nuestro”, afirmó.
La historia demuestra que las invasiones solo dejan ruinas
El experto petrolero señaló que los ejemplos recientes en el mundo son evidencia clara de que las potencias que promueven conflictos solo buscan recursos, dejando atrás territorios devastados una vez que no logran sus objetivos.
“Ese escenario no existe. La historia ha demostrado lo contrario. Con solo ver a Siria, a Libia, a Irak… países invadidos y usados como teatros de guerra, que después son abandonados cuando no consiguen lo que buscan. Dejan el zaperoco. Cuando lo consiguen, se quedan; cuando no, se van”, expresó Quintero.
Apoyándose en el libro “La doctrina del shock” de Naomi Klein, Quintero subrayó que estas intervenciones se inscriben en un patrón conocido como “capitalismo del desastre”, en el cual la guerra y la destrucción se convierten en negocios para las grandes corporaciones.
“Eso está bien contenido en un libro que se llama Capitalismo del Desastre. Esa receta no funciona. Siria está partida, Irak es un caos, Libia sigue en guerra civil. A Irak lo invadieron y sí, produce unos tres millones de barriles, pero ¿y la sociedad que quedó ahí?”, cuestionó.
Las invasiones no traen bienestar, traen sufrimiento
Quintero insistió en que ninguna intervención extranjera trae bienestar real a los pueblos, y criticó a quienes promueven o justifican esos procesos como si se tratara de oportunidades de desarrollo.
“Esa es una falsa narrativa de supuesto bienestar. Yo le haría un estudio psicológico a esas personas que promueven invasiones. No están pensando en ellos, ni en sus familiares, ni en las generaciones futuras. Eso no es bueno, eso es malísimo”, sentenció.

















