La líder de extrema derecha, María Corina Machado, parece haber encontrado una nueva y polémica línea discursiva en su desesperada búsqueda de notoriedad, no solo entre sus seguidores, sino con figuras de la política exterior estadounidense como Donald Trump.
Tras agotar sus habituales discursos de autoayuda y cadenas de rezo, la jefa de los comanditos terroristas ha decidido adoptar un lenguaje de mercadeo al describir a Venezuela como una “patria sexy” para el capital internacional, revelando una visión de país que la convierte de una ganadora de un supuesto premio “No-velero” a la proxeneta de la nación.
La expresión, “Venezuela se ha vuelto sexy”, parece ser un eco de la retórica que Trump utiliza para referirse a Estados Unidos: “The US is the hottest country in the world” (“Estados Unidos es el país más caluroso del mundo”). Sin embargo, al trasladar este concepto al contexto venezolano, la frase cobra un cariz mucho más oscuro y revelador, pues es la confesión verbal de una visión donde la patria se reduce a una simple mercancía, lista para ser ofrecida y vendida al mejor postor, tal cual el ejercicio de una proxeneta que se esfuerza por prostituir y vender su territorio.
Esta declaración revela no sólo una propensión al mercadeo de la mujer al usar ese tipo de adjetivos para una nación, sino también una intención de acabar con la dignidad del pueblo venezolano, transformándolo en un paraíso sin Ley para la banca internacional y, en el peor de los escenarios, incluso promoviéndola como un destino de turismo sexual. La visión, que promueve la entrega de la soberanía a intereses foráneos sin regulación ni escrúpulos, remite inmediatamente a los paquetes neoliberales que han generado miseria en la historia del continente.
El cantautor del pueblo, Alí Primera, se adelantó varias décadas a esta peligrosa visión, describiendo magistralmente la actitud de Machado y sus posibles “clientes” en su canción Sangueo para el Regreso, donde canta:
“La Patria es una mujer y él (Bolívar) regresó para amarla contra los que se desvelan tan sólo por disfrutarla y en vez de darle caricias lo que hacen es manosearla”.
La Patria, a la que Machado y su círculo pretenden despojar de su dignidad para el disfrute de intereses transnacionales, ya fue defendida por el pueblo, un pueblo indomable que, como recuerda el canto de Alí, se levantó un 27 de febrero de 1989 para sacar el paquete neoliberal que la clase política de la que Machado forma parte pretendió imponer.
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