El Washington Post confirmó lo que el gobierno venezolano ha venido denunciando: la llamada “guerra contra las drogas” impulsada por Donald Trump no fue más que una fachada para justificar acciones militares y políticas destinadas al cambio de régimen en Venezuela.
De acuerdo con la investigación del diario estadounidense, funcionarios y residentes locales desmintieron las afirmaciones de la administración Trump sobre presuntos “barcos cargados de drogas” provenientes de Venezuela. Las operaciones, que Washington presentó como parte de una cruzada contra el narcotráfico, habrían resultado en la muerte de decenas de civiles en aguas del Caribe.
Según el reportaje, Trump autorizó al ejército estadounidense a atacar al menos seis lanchas rápidas que consideraba “sospechosas”, bajo el argumento de que sus tripulantes eran “narcoterroristas” vinculados a organizaciones criminales.
Sin embargo, los testimonios recopilados por el Washington Post contradicen esa narrativa: las rutas entre Venezuela y Trinidad y Tobago no son utilizadas habitualmente para el tráfico de opioides sintéticos como el fentanilo, la droga que la Casa Blanca usa como excusa para militarizar la región.
“Cuando vi un documento interno sobre los ataques reveló un alto funcionario de seguridad nacional de EEUU, inmediatamente pensé: ‘No se trata de terroristas. Se trata de Venezuela y de un cambio de régimen’”.
El reportaje del Washington Post coincide con lo que el presidente de la República, Nicolás Maduro, ha denunciado reiteradamente: que los ataques militares, las sanciones y las campañas de desinformación forman parte de una agresión sistemática de Washington contra la soberanía de Venezuela.
El jefe de Estado ha insistido en que las acusaciones de “narcoterrorismo” son parte de una estrategia de guerra híbrida que busca criminalizar al país y justificar incursiones armadas en territorio venezolano.
“Cuando Venezuela denuncia las conspiraciones y crímenes de Estados Unidos, nos desestiman. Pero cuando lo publica el Washington Post o el New York Times, entonces todos se dan cuenta de que teníamos razón”, afirmó recientemente el mandatario.
La investigación del diario estadounidense, sustentada en entrevistas con más de 20 fuentes entre ellas funcionarios norteamericanos e internacionales, tanto actuales como anteriores, deja al descubierto que los ataques autorizados por Trump no respondían a ningún interés real de combate al narcotráfico, sino a una política deliberada de hostigamiento geopolítico contra el gobierno bolivariano.