Mientras el eslogan “Make America Great Again” sigue ondeando en gorras rojas y discursos inflados, la realidad estadounidense se desmorona en tres frentes: político, económico y social.
1. El autoritarismo político: Trump contra todos
La presidencia de Donald Trump (@POTUS) ha dejado atrás cualquier pretensión de institucionalidad. Su enfrentamiento con jueces, gobernadores y legisladores demócratas no es sólo una pugna ideológica, sino una cruzada personal por el Poder absoluto.
La movilización de tropas estatales para sofocar protestas contra sus políticas migratorias —calificadas por múltiples organismos como violaciones a los Derechos Humanos(DDHH) — marca un precedente alarmante en la historia democrática del país.
2. Economía en picada: Tarifas, desempleo y gasolina cara.
La guerra comercial desatada por Trump ha tenido consecuencias devastadoras. Las tarifas impuestas a productos extranjeros han encarecido bienes esenciales para los consumidores, mientras que los productores de soya —una industria clave— han perdido el mercado chino, colapsando bajo el peso de decisiones erráticas.
El reciente “shutdown” del Gobierno, el más largo en la historia del país, ha paralizado servicios básicos y dejado a cientos de miles de empleados sin salario.
A esto se suma el aumento sostenido del precio de la gasolina y el desempleo.
3. Fractura social y cultural: Odio institucionalizado.
La retórica divisoria de Trump ha legitimado ataques contra migrantes, comunidades LGBTQ+, y movimientos antifascistas. La criminalización de la disidencia ha llegado al extremo de declarar “terroristas” a quienes se autodefinen como antifascistas, en una inversión grotesca de valores democráticos.
4. La guerra que Trump prometió no hacer
Trump prometió “no más guerras ni invasiones”, pero lo que ha cumplido es una guerra interna contra lo que él llama “enemigos domésticos” —migrantes, antifascistas, jueces incómodos— y una ofensiva militar en el Caribe bajo el pretexto de combatir el “narcoterrorismo”. ¿Las pruebas? Ninguna.
MAGA: ¿Ironía o engaño?
La promesa de “hacer a América grande otra vez” se ha convertido en una burla cruel para las clases pobres y las minorías. El desmantelamiento de servicios médicos, el abandono de políticas sociales, y la persecución institucionalizada han sumido a millones en una crisis existencial.
¡Así que sí, EE.UU. está en crisis!
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