El Gobierno venezolano elevó una alerta seria a Estados Unidos sobre una operación de falsa bandera dirigida contra la Embajada estadounidense en Caracas. Jorge Rodríguez, jefe de los procesos de Diálogos de Paz en Venezuela, informó que existían indicios de qué sectores extremistas de la derecha podrían haber intentado colocar explosivos letales en la sede diplomática. La advertencia fue transmitida a Washington por tres canales diferentes debido a la gravedad de la información.
Este asunto fue abordado en profundidad en el programa Entrevista News, conducido por Pedro Carvajalino, con la participación del historiador Juan Romero, quien recordó antecedentes históricos donde Estados Unidos ha recurrido a operaciones de falsa bandera o “operaciones negras” como pretexto para justificar intervenciones militares. Romero explicó que estas acciones consisten en operaciones encubiertas donde se simula un ataque o incidente atribuido a un enemigo para legitimar una respuesta militar o política.
Entre los casos históricos señalados estuvieron:
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El Maine (1898): un buque estadounidense explotó en el puerto de La Habana. Décadas después se comprobó que la explosión fue interna, pero EEUU culpó a España como pretexto para declarar la guerra, ocupando posteriormente Puerto Rico y Filipinas.
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El Golfo de Tonkín (1964): se acusó falsamente a Vietnam de atacar dos buques estadounidenses, lo que sirvió para iniciar una ofensiva militar masiva en ese país.
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Las armas de destrucción masiva en Irak (2002): EEUU sostuvo la existencia de tales armas como justificación para invadir Irak, pese a que luego se comprobó que eran inexistentes.
Romero advirtió que la situación actual debe entenderse dentro de una estrategia más amplia de Washington, marcada por tensiones internas y la presión electoral de Donald Trump. Entre el 20 de agosto y la fecha, EEUU ha destinado más de 1.600 millones de dólares en operaciones militares sin resultados claros, lo que para Romero aumenta la probabilidad de acciones para obtener “resultados contundentes” que justifiquen intervenciones.
Venezuela representaba un objetivo estratégico por varias razones:
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El déficit energético de EEUU, que lo mantenía dependiente del petróleo extranjero.
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El acceso a minerales estratégicos esenciales para tecnología avanzada y redes 5G.
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Una ubicación geopolítica clave, reforzada por acuerdos estratégicos con Rusia y China.
Romero concluyó: “La historia demuestra que Estados Unidos no duda en utilizar operaciones de falsa bandera para justificar sus ambiciones. Si Venezuela estaba bajo advertencia, entonces, debemos interpretarlo como parte de un patrón histórico que repite intervenciones encubiertas”.

















