Las autoridades sanitarias españolas encendieron las alarmas este fin de semana tras confirmarse un brote de peste porcina africana (PPA) en el parque natural de Collserola, en la provincia de Barcelona. Se trata del primer caso detectado en España desde hace tres décadas, lo que marca un retroceso significativo para un país que logró erradicar la enfermedad en 1994.
El foco fue identificado en jabalíes salvajes dentro del área protegida. Según explicó el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca de Cataluña, Óscar Ordeig, pese a la gravedad de la situación, los análisis realizados en las 39 granjas porcinas situadas en el entorno inmediato del brote dieron resultados negativos, lo que de momento evita un impacto directo sobre la producción comercial.
Aun así, las autoridades han activado un amplio dispositivo de contención. Desde este lunes entra en operación un contingente de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con equipos especializados en control cinegético, quienes trabajarán en la captura de jabalíes dentro del perímetro de seguridad definido.
Restricciones y control ampliado
Como parte de las medidas, se mantiene el cierre total de acceso a los primeros seis kilómetros de la zona afectada, con vigilancia extendida hasta los 20 kilómetros. Además, quedaron suspendidas todas las actividades de ocio organizadas en el Parque de Collserola.
Hasta el momento se han encontrado 14 jabalíes muertos, dos de ellos confirmados con PPA. Los demás permanecen en análisis para determinar si también sucumbieron a la enfermedad.
Una enfermedad devastadora para el sector porcino
La peste porcina africana no representa un riesgo para la salud humana, pero sí es altamente contagiosa entre cerdos y jabalíes. Una vez entra en una granja, puede provocar la muerte del 100 % de los animales en pocos días, razón por la cual su presencia genera gran preocupación.
El origen del brote sigue bajo investigación, aunque se considera probable que la enfermedad haya llegado desde otros países europeos donde circula activamente.
Impacto económico inmediato
España, mayor productor de carne porcina de la Unión Europea (24 % del total) y tercero a nivel mundial, enfrenta ya las primeras repercusiones comerciales. Países como México, Taiwán y Japón han restringido la importación de carne de cerdo española, un golpe sensible para un sector estratégico.
Cataluña, responsable de casi una cuarta parte de la producción nacional con alrededor de 5.000 granjas porcinas, es una de las regiones más expuestas a los efectos del brote.










