En una escalada retórica que marca un giro peligroso en la política antidrogas de EEUU, el presidente Donald Trump declaró que destruiría personalmente las fábricas de cocaína en Colombia, aunque inmediatamente matizó sus palabras señalando que no estaba anunciando una acción concreta.
“Colombia tiene fábricas de cocaína donde hacen cocaína… ¿destruiría esas fábricas? Estaría orgulloso de hacerlo, personalmente“, afirmó Trump durante una rueda de prensa en el Salón Oval. No obstante, el mandatario agregó: “No digo que lo voy a hacer, pero estaría orgulloso de hacerlo, porque vamos a salvar millones de vidas al hacerlo“.
Las declaraciones sobre Colombia se produjeron en el marco de un discurso más amplio donde Trump también se refirió a México, revelando que ha mantenido conversaciones con ese país sobre el problema de las drogas.
“He estado hablando con México; ellos saben cuál es mi postura, estamos perdiendo a cientos de cientos de personas por las drogas“, dijo el mandatario, agregando: “Sabemos las direcciones de cada capo de la droga… sabemos todo acerca de cada uno de ellos. Están matando a nuestra gente. Eso es como una guerra“.
Posible escalada militar
En ese sentido Trump sugirió que buscaría la aprobación del Congreso para un ataque en México, algo que calificó de medida con probable apoyo bipartidista, antes de extender la misma lógica a Colombia. Esta postura representa una radicalización en el enfoque de su Gobierno para frenar el flujo de drogas, después de semanas de ataques a barcos que, según Washington, estaban traficando drogas.
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