Autoridades de Gaza y representantes de las Naciones Unidas denunciaron que la situación sanitaria en el enclave alcanzó niveles insostenibles tras dos años de bombardeos de Israel. A pesar de esta realidad, desde el 10 de octubre la entidad sionista solo permitió la entrada de 60 camiones con medicinas.
La ayuda humanitaria que ha logrado ingresar a la Franja de Gaza resulta insuficiente para gestionar el flujo masivo de víctimas de la agresión israelí. Los hospitales se encuentran absolutamente desbordados, luchando por atender a una población herida con recursos mínimos. La situación se agrava drásticamente por la escasez crítica de suministros: solo se dispone de un 10% de los medicamentos esenciales requeridos para tratar eficazmente a la población y salvar vidas.
Según reportes recientes, 900 personas han fallecido y se estima que hasta 16.500 podrían enfrentar el mismo destino si las autorizaciones de evacuación que emite Tel Aviv no llegan a tiempo. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el domingo que al menos 4.000 niños requieren atención médica urgente, advirtiendo que cada demora pone en riesgo sus vidas.
Cabe mencionar que mediados de octubre pasado, las tasas de ocupación hospitalaria superaban el 225 por ciento. Para la fecha, de los 38 hospitales que existen en Gaza, 25 estaban fuera de servicio y solo 13 funcionaban parcialmente bajo condiciones extremas.
Asimismo, organismos internacionales han reiterado la necesidad de permitir el acceso inmediato de ayuda médica para evitar un mayor número de muertes y frenar el deterioro sanitario en la región.
Es importante mencionar que en dos años de genocidio, Israel asesinó un total de 1.701 profesionales de la salud y 362 permanecen detenidos o desaparecidos.
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