La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, anunció que el Gobierno venezolano evalúa romper los acuerdos energéticos con Trinidad y Tobago, tras denunciar que la nueva administración de la isla se ha subordinado a los planes de “guerra y desestabilización” impulsados desde Estados Unidos para agredir a la región.
Rodríguez detalló que, tras un análisis conjunto entre el Ministerio de Petróleo y PDVSA, se presentará al presidente Nicolás Maduro la propuesta de activar el mecanismo formal para suspender y denunciar el convenio marco de cooperación energética, vigente desde 2015 y renovado automáticamente este año.
Según indicó, la primera ministra trinitaria a pocas semanas de asumir el cargo adoptó un discurso “abiertamente hostil” hacia Venezuela y Colombia, incluso llegando a justificar acciones militares sin debido proceso en el Caribe, un comportamiento que Caracas considera incompatible con la histórica relación de hermandad entre ambos países.
La vicepresidenta cuestionó que el Gobierno de Trinidad y Tobago se haya dejado arrastrar por la narrativa belicista de Marco Rubio y del Departamento de Estado, quienes denunció pretenden apropiarse de recursos gasíferos pertenecientes a Venezuela para entregarlos a corporaciones extranjeras.
Rodríguez recordó que los acuerdos bilaterales firmados hace una década fueron diseñados para proyectos conjuntos sobre yacimientos compartidos, desarrollo de infraestructura y monetización de recursos; sin embargo, la situación actual obliga a Venezuela a defender su soberanía.
Advertencia sobre operación de falsa bandera
La vicepresidenta también reiteró la denuncia realizada por el canciller Yván Gil respecto a una operación encubierta atribuida a la CIA, cuyo objetivo sería atacar un buque militar estadounidense en territorio trinitario para luego responsabilizar a Venezuela y justificar una escalada militar.
Rodríguez aseguró que varios implicados ya fueron detenidos en Venezuela, aportando información sobre la trama, lo que llevó al Ejecutivo a notificar a la comunidad internacional y advertir sobre el grave riesgo para la estabilidad del Caribe.
“No es un conflicto: es una agresión militarista de Estados Unidos”
Rodríguez afirmó que la ofensiva que Washington impulsa en el Caribe con submarinos nucleares operando en la zona y ejecuciones extrajudiciales en altamar responde exclusivamente a intereses sobre el petróleo y el gas venezolano.
Señaló que incluso el presidente colombiano Gustavo Petro ha alertado que lo que se intenta instalar es una guerra por hidrocarburos, amenazando a pueblos que históricamente han luchado por mantenerse como zona de paz libre de armas nucleares.
La vicepresidenta insistió en que Venezuela actuará con responsabilidad, pero también con firmeza:
“No vamos a permitir provocaciones. Defenderemos nuestra soberanía sin titubeos.”
