El despliegue militar de EEUU en el Caribe y los recientes ataques a embarcaciones acusadas de narcotráfico, han generado una profunda preocupación y temor entre los pescadores artesanales venezolanos, poniendo en riesgo tanto sus vidas como su sustento económico.
En un reportaje publicado por la BBC, que recoge testimonios de pescadores en el estado Zulia, el más poblado de la nación, destaca la angustia del sector ante la posibilidad de un “fuego cruzado” o de sufrir ataques “por error” en las aguas que conectan con el mar Caribe.
Pescadores como Wilder Fernández, quien cuenta con 13 años en el oficio, confiesan tener miedo de morir por “munición extranjera” en lugar de la piratería habitual.
La ofensiva de EEUU, que ha atacado seis embarcaciones en el Caribe desde septiembre, matando a 27 tripulantes acusados de narcotráfico, ha encendido las alarmas.
A raíz de este hecho, el miedo ha llevado a familiares a instar a los pescadores a dejar el oficio, tal como lo revela Hernández en una entrevista para este medio.
“Mi esposa me dice que… busque otro trabajo, pero ¡si no hay pa’ dónde correr!”, comenta Fernández.
La vocera del Consejo de Pescadores y Acuicultores Artesanales de El Bajo, Jennifer Nava, advierte que los ataques han minado la seguridad, provocando que muchos se “cohiban de realizar sus jornadas en mar abierto”, lo que agrava la economía del rubro pesquero y perjudica la estabilidad familiar.
También alertó que la merma económica expone a los trabajadores a ser reclutados por redes criminales para el transporte de armas y narcóticos.
La situación se enmarca en la acusación de EEUU contra el presidente Nicolás Maduro de liderar organizaciones “narcoterroristas”, lo cual el gobierno Bolivariano rechaza de manera contundente.
El presidente Donald Trump justifica constantemente los ataques, alegando que son una “autodefensa” en un “conflicto armado” contra carteles de la droga.
Por su parte, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ha advertido que Venezuela debe prepararse “para lo peor” ante una “amenaza seria”.
Pese al miedo, una parte del sector ha cerrado filas con el gobierno Bolivariano, con más de 16 mil pescadores inscritos en las milicias.
Pescadores como José Luzardo, denuncian el “acorralamiento” por parte de EEUU y se manifiestan dispuestos a la “lucha” en defensa de su país, aunque arriesguen su vida.
El miedo a los ataques se suma a una lista de complicaciones preexistentes en el oficio, que incluyen la piratería, la contaminación por derrames petroleros y la merma de las ganancias.
Los pescadores, un sector con más de 115 mil integrantes, claman por “paz y trabajo” mientras enfrentan un nerviosismo creciente en sus faenas diarias, con una tripulación que en algunos casos se ha resistido a salir a navegar ante el riesgo percibido.









