Los Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), desplegaron una forma de vigilancia móvil invasiva, utilizando secretamente la tecnología conocida como “Stingray” para interceptar datos de teléfonos móviles.
Esta tecnología, que opera sin que los usuarios lo noten, permite a los funcionarios conectarse secretamente a los teléfonos cercanos e interceptar sus datos, sin necesidad de acceder físicamente a ellos.
La implementación de estos dispositivos en las calles de Estados Unidos refleja una expansión significativa en las capacidades de espionaje de la agencia. Además, plantea serias dudas sobre la privacidad y los derechos civiles de los ciudadanos.










