El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) amaneció este miércoles en un cierre parcial (shutdown) luego de que las negociaciones entre republicanos del partido de Trump y demócratas fracasaran afectando a millones de empleados federales.
La parálisis administrativa se activó tras la notificación del director de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought. Las consecuencias directas de esta inacción política recaen sobre millones de empleados federales.
De manera inmediata, suspendieron cerca de 750 mil trabajadores. Sin embargo, la cifra es mucho mayor, ya que más de 4 millones de personas podrían dejar de cobrar sus salarios. Esto incluyendo a 2 millones de soldados y miembros de la Guardia Nacional desplegados en diversas ciudades.
El origen del conflicto reside en la disputa por el destino de 1.7 billones de dólares destinados al funcionamiento de las agencias federales. Los demócratas bloquearon la propuesta de la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos. Así se dio debido a su rechazo a los recortes en programas sociales y a la falta de fondos adicionales para el sector salud.
Trump, por su parte, endureció su posición, advirtiendo que el cierre permitiría “despedir a mucha gente” y eliminar programas que considera innecesarios. La incertidumbre se eleva, pues analistas temen que este bloqueo se extienda más allá de cierres anteriores, como el de 2018 que duró 35 días.
Con una marcada polarización política, la administración Trump utiliza el shutdown como una herramienta de presión para imponer sus recortes presupuestarios.
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